domingo, 15 de marzo de 2015

La Danza Sagrada

Descripción y Significado de la Danza La danza se cuenta entre las formas más poderosas del ritual mágico: Es un instrumento dinámico para despertar y estimular las fuerzas sutiles y las energías de la vida. La verdadera danza sagrada sirve para enfocar y dirigir la conciencia a través del gesto físico. Es una expresión externa del espíritu interior. El cuerpo humano está diseñado para el movimiento. Y este es tan natural e importante para la vida como respirar. Al igual que la respiración nos llena de energía. Nos capacita para trascender nuestras percepciones ordinarias y nuestro habitual estado de conciencia. El movimiento equilibra, sana, despierta, y funde energía. Genera energía psíquica que transformaremos en fuerza, en conocimiento; que nos ayuda a vivir. La danza enlaza los hemisferios cerebrales, juntando lo intuitivo con lo racional. La danza sagrada gira en torno a temas y pautas que estimulan múltiples respuestas. Una danza para estados superiores de conciencia es sencilla, personal y apasionada: de manera que se fundan la mente y el cuerpo. El grado de la energía invocada viene determinado por la participación y el significado que se asocia con el movimiento. El centro de cada persona es lo más intrínseco y profundo, es Divino, es íntegro y es absoluto. Consciente o inconscientemente, todos nosotros tenemos la saciedad de unirnos en amor con el aspecto Divino en cada uno de nuestros semejantes y con la creación que nos rodea. Hombres y pueblos enteros han desarrollado diferentes vías para lograr este propósito. Las formas de meditación van desde el absoluto silencio en cuerpo y espíritu como se practica en el Zen, hasta el movimiento que conduce al éxtasis, como las danzas de los monjes Sufis que giran alrededor de sí mismos. En la danza meditativa armonizamos con la gran danza de la Creación: la danza de la transformación y el constante renacer en los ciclos de la vida. El círculo es símbolo del Todo, en el cual se funden el principio y el fin, la armonía, la suspensión de las contradicciones, de movimiento alrededor del centro de la paz y símbolo de la tensión dinámica entre el centro y la periferia. En la danza, se nos puede revelar el profundo sentido de los símbolos que movemos. Danzando experimentamos un máximo de vivacidad. Nuestros pasos se unen rítmicamente con la madre Tierra, nuestros gestos son expresión de la fuerza del alma. Bailando oramos y orando bailamos. Sentimos la unidad en nuestro entorno con los elementos tierra, agua, aire y fuego y en nosotros mismos; nos abrimos al cielo en nosotros y sobre nosotros, recibimos y repartimos, damos gracias, bendecimos, fluimos, y nos sentimos alegres, llevados y libres. La danza meditativa, nos anima, nos equilibra, favorece nuestra capacidad de concentración, nuestra serenidad, despierta nuestra atención y sensibilidad hacia nuestros semejantes, con quienes con amor y aceptación nos tomamos de las manos y así elevamos nuestro espíritu. Los contenidos que se bailan se asimilan y perfeccionan a través de los pasos y gestos que se repiten una y otra vez. Bailamos al ritmo de música clásica, sacra, folclórica, étnica, moderna y de nuestro propio canto. Muchas danzas están sujetas a un proceso de desarrollo, en un proceso vivo de cambio continuo. El danzar te conectan con tu yo interno. Te vas en un trance en el cual te renuevas el alma y transmutas energías negativas en positivas. El danzar te sirve para sanarte interiormente y físicamente notaras que te sentirás mejor y sentirás tu cuerpo diferente, tu mente mas abierta y mas clara. Como ya se menciono anteriormente el danzar es un buen método de meditación. La danza es muy aconsejable que se practique como ofrenda o agradecimiento a los dioses, y es excelente para levantar energías o levantar el cono de poder que es la energía como ya mencione. También el danzar no conecta con la divinidad directamente con la madre tierra. Te haces uno con la divinidad, con la madre tierra y con el mismo universo. Y esto es importante ya que al hacerte uno con todo esto comienzas a entender el lenguaje del mundo y del universo. Comienzas a entender el porque de cuidar nuestra madre tierra y todos los recursos y seres vivos que en ella habitan. La danza es energía pura, es el amor, la devoción, es emoción, elevación, dedicación, purificación, es un fluir de los sentidos junto con los elementos y todo lo que te rodea, es cuando todos nuestros sentidos se abren para darle paso a la elevación de la conciencia, a la evolución de la mente y del alma. La danza es hermosa, es parte esencial de nosotros, de nuestra vida, del universo. Mira muy dentro de ti y te darás cuenta que es necesario y vital el danzar y confundirnos con el universo. Por Hadiandraconis.

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