domingo, 15 de marzo de 2015
La brujería y la Wicca constituyen una religión y un sistema mágico. Son también, sin embargo, una forma de vida y de contemplar todo lo que os rodea. La palabra Wicca –b ...ruja- procede del antiguo anglosajón y significa persona sabia. En sus orígenes, la palabra que significaba brujo era Wicca, y la que quería decir bruja, Wicce. En nuestros días, sin embargo, la palabra común a ambos sexos es Wicca. La palabra “warlock” es sólo el término empleado en Escocia y no se usa en la Wicca.
Los brujos y las brujas son gente práctica en busca de poderes y conocimientos ocultos y que, por lo general, no se suelen adaptar a lo que la sociedad denomina moldes “aceptables”. Más de una persona que haya cometido el error de molestar a un auténtico brujo habrá tenido, tarde o temprano, que sufrir una larga y mala racha de suerte.
Los aspectos masculino y femenino de la Naturaleza fueron personificados por los celtas en el Dios Cornudo y la Diosa de la Blanca Luna, respectivamente. Ésta y su esposo, el Dios Cornudo, constituyen las deidades más antiguas que se conocen. Ésta es la idea básica mantenida todavía por los brujos y brujas, aunque también reclaman, al igual que hicieron los celtas, algunos de los diferentes aspectos de cada una de estas dos principales deidades. Quienes practican la Wicca creen que todos los dioses son sólo uno, que todas las diosas son también solamente una, y que ambos están unidos.
Tanto los paganos seguidores de la Wicca como los celtas creen en otro mundo que está conformado por espíritus tanto humanos como Elementales. Los seguidores de la Wicca creen que los poderosos brujos y brujas del pasado todavía pueden, en nuestros días, ayudar a quienes practican su magia. Los celtas creían que eran los antepasados muertos quienes hacían lo mismo. La mayoría de los grupos de confesiones paganas creen en la reencarnación y en el destino del karma.
Tanto el mago ceremonial como el de la Wicca comparten la creencia en el plano astral. Este plano de otro mundo está formado por un tipo diferente de energía que vibra con mayor intensidad que la del mundo físico. Simultáneamente, el plano astral y este mundo se rodean e interpenetran mutuamente. El
plano astral se muestra sumamente sensible a las ideas y las emociones, residiendo en determinadas zonas de este plano las almas de los espíritus de la Naturaleza y los animales y seres creados por pensamientos humanos de potente proyección.
El cuerpo humano astral, que sobrevive a la muerte, consiste en cómo funcionamos en el mundo astral. Mientras vivan todavía en este mundo, los humanos pueden viajar por el plano astral durante el sueño o mediante métodos deliberados de abandono del cuerpo. Ésta es la realidad que se oculta tras las historias de brujas voladoras.
Los niveles superiores del plano astral contienen el bello Emania de las almas más elevadas de los ya fallecidos, mientras los niveles inferiores están habitados por las tinieblas espirituales y las almas inferiores.
Tanto los seguidores de la Wicca como muchos magos eligen un nombre secreto para sí mismos, nombre que utilizan solamente durante los rituales. El empleo de este nombre mágico les ayuda a separar sus mentes del mundo diario y les prepara para actos de orden superior a lo normal. Forma parte del auto-convencimiento de que sois personas completamente diferentes y capaces de llevar a cabo actos paranormales en el interior del círculo que habéis trazado.
Las reuniones de los seguidores de la Wicca se celebran mensualmente en el momento de la Luna Llena o cerca de él. La Luna Llena constituye la cúspide de las fuerzas psíquicas. Existen ocho festivales, denominados Sabbats, a lo largo del año, de los que los cuatro más importantes reciben los nombres de Imbolc, Beltane, Lunasa y Samhain. Los otros cuatro –los de menos importancia. Consisten en los equinoccios y los solsticios.
Durante los equinoccios, el flujo de energía es poderoso y especialmente favorable para llevar a cabo encantamientos para la maduración y crecimiento de un pensamiento o idea. Las mareas de los solsticios son más tranquilas, más propicias para un tiempo de alabanzas y de reagrupamiento de energías. Los cuatro festivales restantes, o Cuatro Sabbats, liberan corrientes de energía cada trimestre del año.
Los magos y los seguidores de la Wicca saben que lo que parecen ser formas opuestas de materia, forma, energía y fuerza no se oponen en manera alguna y no son sino diferentes manifestaciones de una u otra. Hasta los mismos celtas pensaban así.
Los paganos celtas y de la Wicca creen que este mundo es sólo una parte de la realidad y que la divinidad es masculina y femenina. Dicen que los humanos contamos con más de cinco sentidos y que podemos ser adiestrados para conocer Otros Mundos. El concepto de Fuerza Creativa Definitiva –o el Dios que se oculta tras los dioses- constituye la inexplicable fuerza vital del Universo. El Panteón de diosas y diosas que rigen las diferentes partes de la Naturaleza y que contribuyen a la evolución del Universo no son sino diferentes aspectos de esta energía vital.
Dicen que es más lógico creer en la reencarnación que en la desaparición tras la muerte porque, como la ciencia moderna dice, nada en este Universo se destruye; sólo cambia de forma. El Karma, tan profundamente vinculado a la reencarnación, quiere decir sencillamente que todas las acciones provocan reacciones iguales; no se trata necesariamente de un castigo.
Las religiones celta y de la Wicca enseñan que, entre un reencarnación y otra, el alma descansa en la Tierra de las hadas, un paraíso perdido al que los celtas denominan Tir-Nan-Og o Tierra de los Jóvenes. La explicación que los celtas dan a que esta tierra post-mortal coexiste con la nuestra la identifica con el plano astral.
Una de las formas más naturales y poderosas de círculo mágico consiste en el que las hadas hacen con setas o con hierba de color oscuro, siempre y cuando, por supuesto, estéis en buenos términos con la “gentecilla”. Si no lo estáis, lo mejor es que os vayáis de su lugar sagrado.
Escrito por: Zulasor Wiccana Morgana Pezzagon
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