Consagracion de Esu

Poseedor eterno del “Ase” dado por Olódùmarè, el cual le confiere el don de permitir que las cosas se hagan o no se hagan, las bendiciones se reciban o no se reciban, el Ebo haga resultado o no haga resultado. Indispensable en la realización de las actividades diarias de los Humanos. El que tiene la potestad de mutilar la creación de Olódùmarè. Quien usa su poder de transfiguración para ayudar a los seres humanos a obtener resultados o a entorpecer su camino. Es el Orisa que no puede estar, ni es conveniente dejar de último. Èşú es el intermediario entre la vida y la muerte, entre la riqueza y la pobreza, el goce y la tristeza, ejerce funciones de catalizador entre el humano y los Orisa. Èşú también puede decirse que es el que domina el poder de contrarrestar las fuerzas que están negando el progreso del hombre. Como el mundo no debe ser indebidamente polarizado. Èşú se encuentra encima de todo para equilibrar las dos fuerzas opuestas del Mundo. Él pide (o demanda) de los que tienen que dar a los que no tienen (o aquellos que exigen para ello).
Dentro de los límites de obediencia y sacrificio, da y también puede tomar, para que el hombre pueda degustar los dos extremos de abundancia y de lo que quiere.
A quién está dirigida esta Ceremonia:
A todos los Babaláwo, Iyanifa, Iyalorisa, Ise’Fa que lo tienen como Orisa tutelar.
Todo Babaláwo, Iyanifa, Iyalorisa puede y debe consagrarlo.
Todo Babaláwo, Iyanifa, Iyalorisa, Ise’Fa que por su Odun sea imperativo consagrarlo.