Origen:
Ògúndá – Meji
Ogún, la divinidad del hierro y el mayor de las divinidades creado por Dios, fue también el más fuerte físicamente. Referido como el camino-buscador, porque él lideró la segunda misión de reconocimiento del cielo a la tierra. Con él, se contaba exclusivamente para desarrollar las habilidades de manufactura y fuerza física. Eso explica porque a él nunca le importó ir por adivinación o a consultar cuando fue designado por Dios a tomar la tarea de establecer los habitantes sobre la tierra.
Tan pronto como recibió la instrucción de marchar, procedió inmediatamente en la compañía de 400 hombres y mujeres.
Al llegar a la tierra no le tomó mucho tiempo descubrir las consecuencias de no haber hecho las preparaciones adecuadas antes de partir del cielo.
Sus mortales seguidores pronto estuvieron hambrientos y demandaron comida. Ellos habían llegado al mundo sin nada para comer, él solamente pudo aconsejarles cortar ramitas alrededor del bosque. Muy pronto muchos de sus seguidores comenzaron a morir de inanimación, por lo que decidió regresar al cielo para reportar la misión como imposible.
De igual manera Dios invitó a Olokun, quien igualmente orgulloso tampoco realizó ninguna adivinación, fallando también la misión.
Posteriormente la misión fue encomendada a Orumila, quien después de prepararse y planear su misión con los mayores adivinadores del cielo, logró con éxito que la tierra fuera habitable.
Ogún siguió a Opele a la tierra para saber donde Orumila vivía.
Cuando Orumila vio a Ogún, se colocó de rodillas para saludarlo.
Ogún estaba retorcido por la apologista (alabanza). Orumila, le explicó que la disculpa era escasamente necesaria, porque él le había dado pistas para resolver el problema de alimentación de sus seguidores y lo persuadió a quedarse en la tierra, porque sin Ogún era imposible el desarrollo cualquier tecnología. Orumila le explicó que él sólo sabia hacer adivinación, pero no cómo inventar y fabricar.
Ogún estuvo de acuerdo en ir al cielo para obtener el certificado de Dios y regresar finalmente para establecerse con sus seguidores.
Significado:
OGUN – DIOS DEL HIERRO
Ogún es el Irúnmole encargado del metal y de la creatividad. Es por eso que los artistas, escritores, los diseñadores de cualquier clase, los poetas, los cantantes, los chóferes, los pilotos, etc. Pertenecen al grupo de esta Deidad. Durante la creación de la humanidad, Ogún fue el diseñador del esqueleto humano usando nueve “ako irin” rondanas de hierro inoxidable para moldear el esqueleto masculino y sietes “abo-irin” para moldear el esqueleto femenino. Es por eso que ahora se conoce a los hombres como “Okunrin” y a la mujer como “Obinrin”, Todos juntos forman 16 rondanas de hierro usadas para moldear el esqueleto del hombre y la mujer.
Ogún es la deidad que fraguo el camino místico desde “Iwonran” (cielo) hasta el planeta. El es un cazador y un amante de los perros y el vino de palma.
Ogún entre los creyentes Yoruba esta catalogado como uno de los Orisas más importantes y a veces erróneamente lo han calificado de ser una entidad malévola. Nada malévolo hay en este Orisa que en sí, goza de ser una de las figuras principales del panteón Yoruba. Muchos han confundido el mal genio o bravía. Siempre que se valla ha hablar de Ogún hay que tener en cuenta los conceptos filosóficos que hay en referencia a este Orisa.
SÍMBOLOS DE OGUN
Ogún es representado con pistolas, cuchillos, todas las cosas hechas con metal, especialmente el hierro. Otros árboles como Akóko, Atori, Olójongbodú, etc., también se plantan junto con los materiales mencionados antes para representar a Ogún. Estos son decorados con follaje de palmera para representar los “vestidos” de Ogún.
Sub Nombres (otros Nombres):
Tobi Ode se hizo conocido como Ògún (Espíritu del Hierro).
Ògún obtuvo el título de Osín Imolè que significa "Primero entre los Antiguos".
El Jefe de la Ciudad de Írè ".
Historias Características:
Ògún (Espíritu del Hierro) viajó hacia el santuario de Ògún con su hermano más viejo. El santuario estaba situado en la aldea en donde su padre era el Olórí (jefe). Cuando llegaron, el Olórí dijo a sus hijos que debían castigar a cualquiera que cometiera un crimen.
Ògún preguntó: "¿Cuál debería ser el castigo?"
El Olórí dijo: "A quien cometa un crimen se le debe quitar la cabeza a la altura del cuello”
Ògún pensó que un castigo así era demasiado drástico, pero por respeto por su padre no dijo nada. Al día siguiente Ògún se despertó antes de la aurora y se dirigió a la granja más grande en las afueras de la aldea. Cuando llegó a la granja vio un àgbò-funfun (carnero blanco) completamente desarrollado a quien nadie cuidaba.
Ògún afiló su àdá (sable), luego lo usó para quitarle la cabeza al àgbò-funfun . Dejó el cadáver en la granja y llevó orí àgbò-funfun (cabeza de carnero blanco) a la casa de su hermano. Aún estaba oscuro cuando llegó a la casa y su hermano estaba aún dormido. Colocó el orí àgbò-funfun en la cabeza de su hermano, luego retornó rápidamente a la granja.
Había una gran multitud rodeando el cadáver del animal que yacía en el suelo. Los hombres de la aldea querían saber quién podría hacer una tal cosa. Ògún se ofreció a traer a su hermano para que entre los dos pudieran atrapar al ladrón. La multitud siguió a Ògún a la casa de su hermano. Cuando llegaron, orí àgbò-funfun estaba justo en donde Ògún le había dejado.
El hombre que era propietario del àgbò pidió que el hermano mayor de Ògún fuera llevado a la casa del alunipa (verdugo). Nada se hizo hasta que el Olórí llegó a la casa del alunipa para presenciar el ìpakú (ejecución).
Fue el Olórí quien ordenó al alunipa que sostuviera a su hijo mayor. Fue el Olórí quien ordenó a Ògún quitarle la cabeza a la persona que había cometido el crimen.
Ògún desenvainó su àdá y decapitó al alunipa, quien estaba sosteniendo a su hermano.
El Olórí se horrorizó. "¿Por qué has hecho esto?", preguntó. Ògún dijo: "El alunipa había cometido un crimen. Había hecho arreglos para ejecutar a alguien que era inocente de la acusación. Sé que mi hermano es inocente porque soy yo quien cortó la cabeza". Comentario: Muchos de los libros sobre Òrìsà describen a Ògún como sediento de sangre e impulsivo. Esta caracterización no es consistente con los Babal' Òrìsà e Iyàl' Òrìsà en África iniciados en los misterios de Ogún.
Entre los mayores tradicionales en las comunidades Yorùbá, la mayoría de las disputas son resueltas en la presencia de Ogún. Si se requiere que alguien jure decir la verdad para resolver un desacuerdo, los mayores harán que esa persona jure sobre una de las reliquias sagradas de Ogún. Esto sugiere que parte de la esencia de Ògún es un compromiso sin concesiones con la verdad.
Ese compromiso de la verdad es lo que está en el corazón de este relato. La verdad puede ser un concepto difícil de definir, y a veces la verdad parece evolucionar o volverse ilusoria. La verdad que caracteriza a Ogún es la verdad que surge de una evaluación acertada de principios fundamentales en la Naturaleza. La verdad de Ògún nunca es una visión idealizada de cómo deberían ser las cosas. Siempre es una expresión afilada como una navaja de cómo son las cosas.
En este relato la verdad aparente no era la verdad real, y esta distinción está en el corazón del Misterio de Ogún.
ADE OGUN - LA CORONA DEL ESPIRITU DEL HIERRO
Hace mucho tiempo, Ororinna se casó con Tabutu. Juntos tuvieron un hijo que fue conocido como Tobi Ode (hábil cazador). Fue Tobi Ode quien, primero entre los Òrìsà (Inmortales), hizo el Viaje desde Ìkòlé Òrun (Reino de los Antepasados) a Ìkòlé Ayé (Mundo). Los Òrìsà que siguieron, descubrieron que Ìkòlé Ayé estaba cubierto con igbó (bosque denso) que hacía imposible viajar por la tierra. Obàtálá (Rey de Paño Blanco) decidió que haría un sendero a través del bosque. Tomó su àdá fàdákà (sable de plata) y tajó los matorrales. La àdá fàdákà quedó doblada y retorcida y fue inútil para la tarea que había que hacer. Tobi Ode descubrió el awo irin (Misterio del Hierro) e hizo una àdá irín (sable de hierro). La àdá irín cortó un sendero despejado a través del bosque y los Órìsà pudieron hacer el viaje a través de aiyé (país). Fue en ese día que Tobi Ode se hizo conocido como Ògún (Espíritu del Hierro).
Los Òrìsà quedaron tan impresionados con la fuerza de àdá irín (sable de hierro) que dieron a Ògún el título de Osín Imolè que significa "Primero entre los Antiguos". A Ògún no le llamó la atención su rango de Olórí Òrìsà (Jefe de los Inmortales) de Ilè Ifè (Tierra esparcida) porque prefería vivir solo en igbo (bosque). Usando su àdá irín, Ògún cortó un sendero que conducía muy lejos hasta oké gígà (Montañas). Viviendo en las tierras altas, Ògún podía cazar y pescar y llevar una vida de satisfacción. En el día en que Ògún decidió visitar a sus amigos en Ilè Ifè, tomó camino por el largo sendero que lleva de oké gígà (montaña) a àfonífojì (valle). Mientras vivía en igbó (bosque), Ògún se hizo vestidos de màrìwò (frondas de palmera), que le daban la apariencia de un salvaje. Cuando llegó al fondo del sendero, estaba cansado del dificultoso viaje y tenía un ceño fruncido en su cara.
La primera ciudad a la que se acercó se llamaba Írè en las afueras de Ekiti. Mientras descansaba en Irè, Ògún ayudó a la gente de la aldea a derrotar a sus enemigos. Desde ese día ha sido conocido como Onírè que significa "El Jefe de la Ciudad de Írè ".
Ògún decidió continuar su viaje a Ilè Ifè aún cubierto con sangre de la batalla. Cuando llegó a la ciudad sagrada, la gente de Ilè Ifè se asustó ante la vista del salvaje vestido de màrìwò (frondas de palmera) que llevaba las cicatrices de la guerra. Le pidieron que se fuera. Por el contrario, Ògún se lavó y apareció en el centro de la ciudad como Osín Imolè (Primero entre los Antiguos). Cuando la gente de Ilè Ifè se dio cuenta que el salvaje a quien habían despreciado era su jefe, le rogaron que les diera su perdón y le pidieron que se quedara.
Ògún rehusó su pedido diciendo que ya no quería ser el primero entre los Òrìsà. En ese día,
Ògún volvió a igbó (bosque) en donde vive hasta hoy danzando entre los árboles. Y es por eso que quienes reverencian a Ògún dicen: "A dáa fún Ogún awo ní'jó tí ó ma lànà láti òde-Òrun wá sí isálúayé, fún ire èdá" lo que significa "se echó Ifá para El Espíritu del Hierro en el día en que él iba a abrir el camino desde el Reino Invisible de los Antepasados hasta la Bóveda del Mundo para el beneficio de toda la Creación".
Comentario: En muchos de los libros escritos sobre los Òrìsà, Ògún es descrito como un "guerrero sediento de sangre" que invoca constantemente la destrucción y la violencia. Esta descripción debe más a las imágenes estereotipadas del cazador africano que a los profundos principios metafísicos representados por el Espíritu de Ogún.
Para mucha gente que vive en un ambiente urbano, el concepto de caza está limitado a la idea de matar animales por deporte. Esta no es una idea que encuentre expresión en la cultura Yorùbá, en la cual la caza sigue siendo un componente importante de las necesidades de supervivencia de la comunidad. La sociedad Yorùbá está basada principalmente en la agricultura. Es el cometido del cazador rural proveer fuentes de alimento que no vengan o bien de cosechas plantadas o de animales domesticados. Debido a que los cazadores deben moverse y trabajar dentro de la sabana y la densa jungla de la selva, la comunidad depende de los cazadores para localizar hierbas medicinales, para avisar de peligros potenciales para la aldea y para proveer aquellas fuentes de alimentación que dan variedad y equilibrio a la dieta general. Dado este rango de responsabilidades el papel del cazador continúa siendo una tarea honorable, respetada y espiritualmente elevada dentro de la sociedad tradicional Yorùbá.
La historia de Ògún presenta a la vez información metafísica y un recuento histórico del papel cambiante del cazador en la sociedad Yorùbá. En todas las partes del mundo, las primeras manifestaciones de la cultura estuvieron centradas alrededor de familias entendidas en sentido amplio que se establecieron como clanes cazadores y recolectores. Los primeros cazadores fueron los técnicos especializados de su época. La tecnología de la caza era considerada un misterio sagrado que daba a la mayoría de los cazadores el doble papel de rastreador y shamán. Fue la mejora de las herramientas usadas en la caza lo que condujo al desarrollo de aquellas herramientas que crearon ciudades y la civilización moderna como hoy la conocemos.
En la historia de Ogún, el sable de plata de Obàtálá no tiene efecto para los rigores de despejar un sendero a través del bosque. El sable de plata es una imagen simbólica para el poder del pensamiento y la contemplación. Construir la civilización como proceso histórico requirió algo más que el uso de soluciones racionales aplicadas a mejorar los niveles de vida. Un desarrollo real en el área de la cultura y de la tecnología requería experiencia concreta, prueba y error, exploración de lo desconocido y la incansable búsqueda de soluciones reales a problemas que amenazaban la vida. En Ifá la imagen usada para describir el lento proceso de transformación cultural es el templado del hierro.
Cuando el uso del hierro fue desarrollado por primera vez para mejorar la calidad de las herramientas, la tecnología de forjar el metal era considerada un arte esotérico altamente secreto que sólo era compartido por aquellos que mostraran signos de buen carácter, perseverancia e inteligencia.
Como en la historia de Ogún, quienes poseían el conocimiento del misterio del hierro eran colocados en posiciones de responsabilidad como sacerdotes y jefes. Con el crecimiento de la civilización, se hizo necesario explorar nuevos panoramas de realización tales como la arquitectura, la medicina y la agricultura. Este cambio de énfasis causó una disminución del respeto dado a aquellos que mantenían las habilidades del cazador y del herrero.
La historia sagrada de Ògún refleja este cambio histórico mostrando a Ògún bajando de la montaña vestido como un salvaje. Las demandas de la vida urbana llevaron a las comunidades cada vez más lejos de la necesidad de depender de la caza y de la recolección, y en consecuencia las habilidades y coraje necesarios para cazar fueron dejadas de lado. En el relato, la gente de Ilè Ifè se asusta de Ògún cuando regresa luego de la batalla en Irè. El miedo del pueblo le provoca a Ògún tanta repulsión que regresa al bosque, en donde reclama su reputación infantil de hábil cazador.
En la cultura tradicional Yorùbá, son los iniciados de Ògún quienes aún mantienen los awo (secretos) de hacer herramientas, quienes aún cazan para la alimentación y quienes tienen un papel clave en mantener la seguridad de la aldea. Ninguna de estas tareas se ve en la sociedad Yorùbá como "sedienta de sangre" o "salvaje". Son, en cambio, un elemento esencial en el equilibrio general y la armonía de la comunidad en su conjunto. Como estos papeles se ven como importantes y necesarios, se les da sanción religiosa por medio de la iniciación y la responsabilidad sacerdotal. Son los iniciados de Ògún quienes conducen los ritos de pubertad masculinos, quienes ejecutan los ritos de circuncisión y quienes toman un papel activo en la preparación ceremonial de la comida, sea con los animales domesticados o con el producto de la caza del bosque. A pesar de las imágenes negativas de "sacrificio animal" que aparecen frecuentemente en cine y televisión, se cree que quienes preparan la carne para el consumo humano están ejecutando un rito sagrado. Cada vez que un animal es sacrificado como comida se hace una ofrenda a los Òrìsà. Esta ofrenda se considera un convenio entre los humanos y los Òrìsà. El convenio es a la vez una plegaria de gratitud por las bendiciones de la nutrición, y una plegaria de respeto por aquellas Fuerzas de la Naturaleza que continúan proveyendo alimento para la salud y bienestar de la comunidad.
La idea de que un tal convenio represente alguna forma de conducta "sedienta de sangre" y "destructiva" no es parte de la cosmología Ifá. Ògún es visto más acertadamente como el gran proveedor, el guardián de la verdad sobre la dinámica del equilibrio en la Naturaleza y el guía para aquellos que deben transformar su conciencia de las realidades de la infancia a las responsabilidades de volverse adulto.
Hay un elemento de conducta agresiva en los papeles de Ògún como guerrero o guardián de la familia, aldea y nación. En esta historia, Ògún rechaza el título de jefe y vuelve al bosque, en donde puede pulir sus habilidades como guerrero. Este abandono del trono representa el cambio histórico en la cultura Yorùbá entre aquellos líderes políticos que eran primariamente estrategas militares y aquellos líderes políticos que aspiraban a mantener los niveles éticos de Ifá tal como fueron expresados por medio de las enseñanzas éticas del profeta Òrúnmìlà. Esto no sugiere que el papel de Ògún sea en absoluto menos sagrado. Simplemente apunta a un cambio en las habilidades necesarias para gobernar efectivamente la nación a medida que la cultura evolucionó.
En términos metafísicos Ògún representa el poder del Espíritu de la Evolución para moldear nuevas formas de vida y nuevas estructuras dentro del desenvolvimiento general de la Creación. Es en este papel, como una Fuerza de la Ley Natural fundamental, que Ògún es usado para la Verdad. Todos los juramentos tomados dentro del contexto de los cultos Ifá y Òrìsà se hacen sobre los objetos religiosos sagrados en donde está depositado el àse (poder espiritual) de Ogún.
ARA - El self físico:
El ara es el cuerpo físico y todos los órganos internos. De acuerdo a las escrituras de Ifá, formar el cuerpo físico es un esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Espirituales conocidas como Obàtálá, Ajàlá- Mòpín y Ogún.
El papel de Ògún está en el moldear el cuerpo físico, particularmente los miembros. No hay traducción directa para la palabra Ogún, la que usualmente se traduce como "Espíritu del Hierro". Podría parecer raro asociar el hierro con la evolución física. Sin embargo, tanto los mitos de Ifá como la ciencia occidental están de acuerdo en que la vida en la Tierra comenzó en el fondo del océano. Las primeras formas de vida fueron bacterias unicelulares que se alimentaban de herrumbre. Cuando la roca hirviente del núcleo de la Tierra irrumpió a través del piso del océano, se enfrió y solidificó. Fue la herrumbre de estos depósitos lo que proporcionó nutrición para las primeras formas de vida que aparecieron en el planeta. La ciencia occidental llama a esto evolución biológica. Ifá lo llama la virilidad de Ogún uniéndose con la fertilidad de Olòkún, que es el Espíritu del Océano. De acuerdo con Ifá, la misma Fuerza Espiritual que transformó los minerales en animales tiene un papel activo en la formación del cuerpo físico.
El proceso de moldear la forma humana gana asistencia adicional de las Fuerzas Espirituales llamadas Aláàánú, Olóore, Súngbèmí, Mágbèmitì, Saaragaa y Ejufiri, que significan respectivamente El Misericordioso, El Dueño de la Bondad, Seas Más Cerca de Mi, El Lugar de Reserva de la Unicidad. Ejufiri no tiene traducción literal, pero sugiere que es el fundamento de la fuerza interior. Cada uno de estos Òrìsà es la fuente de características genéticas que son preservadas dentro de un linaje particular de familia. Como grupo, estas Fuerzas en la Naturaleza preservan tanto las formas internas como las externas de potencial que aparecen como siendo transmitidas a través de generaciones de descendientes.
Ìkòlé Ayé (Mundo) a Ìkòlé Òrun (Reino invisible de los antepasados).
Ogun representa la construcción y la materialización del ser humano para vivir en la tierra. Ogun es el espíritu de fuerza que permite a la entidad de ULE (La casa) darle al ser humano protección y resguardo.
IDI-OGBE:
Adivinado para Ogún cuando su madre tenía un amante en la ciudad de Irè.
Este odu vino al mundo y se caso con una mujer que dio nacimiento a Ogún. La mujer lo abandonó después de nacer Ogún. Después de abandonar al esposo, la mujer llegó a se akará vendedora. Ella acostumbrada a preparar el akara (judías) en su pueblo y viajar por agua para venderlos en la ciudad de Ire. Entre su pueblo e Ire estaba un río llamado Ilumikpefun, que es donde nació Ogún.
No mucho después, la mujer comenzó a pasar la noche en Ire después de la venta de su akara. Por indagación se le dijo a Ogún que su madre tenía un amante en Ire. La información enfureció tanto a Ogún que decidió hacer la guerra a Ire. El realizó muchos intentos para luchar sin resultados sobre Ire pero no se pudo cruzar el río aunque la noche en ocasiones no tenía dificultad para cruzarlo.
Después de muchos intentos sin resultados, Ogún fue a Orumila para adivinación. Él le preguntó a Orumila para que le dijera que tenia que hacer para llegar a Ire. Fue Edigbe que apareció en la adivinación. Le fue dicho que realizara un sacrificio con una gallina, atando una soga entrelazada en su pata de tal manera que la gallina pudiera caminar, pero no correr. Él fue a coger la gallina a la ciudad de Ighehi a la orilla del río Okun de donde la gente abordaba las canoas para Ire. Cuando llegó a Higuí, el iba a dejar la gallina que se fuera e invitar a la gente que lo ayudaran a cogerla. EL ave correría al río y de este modo sabría el punto por el cual la gente cruza a Ire.
Esta fue la forma en que Orumila le demostró a Ogún que el río era cruzado normalmente a pie porque no era profundo, un hecho desconocido para Ogún.
Cuando Ogún llegó a Ighehi con la gallina, él dejó que se fuera y le rogó a la gente que lo ayudaran a capturarla. Cuando corrió dentro del río, la gente la siguieron a pie mientras Ogún los seguía muy cerca de ellos, hasta que llegaron a la orilla del río Ire. En eso le dijo a la gente que dejara que la gallina se fuera.
En el momento que entró a la ciudad de Ire, ya estaba muy hambriento. Sin embargo, él fue a una bukatería donde la gente estaba bebiendo vino de palma pero descubrió que todos los güiros estaban vacíos. Cuando tocó los güiros de vino con su pie estaban vacíos y fingió encolerizarse porque él buscaba un pretexto para lanzar un ataque.
En ese tiempo el Oba reinante de Ire se llamaba Obalifon Jegbere y el era el amante de la madre de Ogún. Ogún comenzó su ataque desde la bukatería y muchas personas fueron muertas. Como el número de bajas se elevó, las noticias llegaron al Oba que Ogún había lanzado una agresión sin provocación sobre Ire. Inmediatamente el oba dio órdenes de que Ogún debía ser apresado y llevado ante él, encadenado.
Ogún había encajado su espada de doble filo en la tierra como señal de que era una lucha para terminar. Posteriormente, un informe fue enviado al oba que nadie era capaz de arrestar al agresor, a menos que el oba estuviera preparado para agarrarlo él mismo. Cuando el oba finalmente enfrentó a Ogún, él estaba acompañado por Dagba, la madre de Ogún. Ogún no perdió tiempo en decapitar al oba, después de que la madre lo reconociera a él. En esa situación, la madre lo llamó por su apodo, Nyanka bi orbe (una sorpresa como una espina o úlcera).
Ogún se viró para ver quién lo conocía por su apodo. Cuando él vio que era su madre, bajo la espada. El punto en el cual él bajo su espada era el lugar sagrado en Ire donde Ogún es ofrendado anualmente hasta este día. Después de derrotar toda resistencia en la ciudad, se proclamó él mismo, rey del lugar. Así fue como Ogún ganó el título de Ogún-Onire-Agbamau, Akpire bire do. Que es, Ogún el que usó una espada de doble filo para derrotar a Ire y proclamarse rey del Lugar.
Orisa ORÍKÌ ÒGÚN
(Alabando al Espíritu del Hierro)
Ògún Awo, Onile kangun kangun Òrun. O lomi nil feje we olaso nie fi.
Imo kimo ‘bora, ègbé lehin a nle a benbe olobe. Ase.
.Traducción:
El misterio del Espíritu del Hierro. Ogún tiene muchas casas en el reino de los antepasados. El agua del reino de los
antepasados nos rodea, ella es nuestra abundancia.
Yo le pido a la sabiduría del Espíritu del Guerrero que venga y guíe mi jornada espiritual con su mano fuerte y
poderosa. Asé
ORÍKÌ ÒGÚN
(Alabando el Espíritu del Hierro)
Ba san ba pon ao lana to. Bi obi ba pon ao lana to. B’orogbo ba pon ao lana to.
B’yay yay ba pon ao lana to. B’eyin ba pon ao lana to. Da fun Ògún awo.
Ni jo ti ma lana lati ode. Òrun wa si is salu aiye. Fun ire eda. Ase.
Traducción:
Quite el obstáculo del camino. Cuando la nuez de cola está madura es cuando abre el camino. Cuando el colar
amargo está amargo es cuando abre el camino.
Cuando la fruta está madura es cuando abre el camino. Cuando la fruta de la palma está madura es cuando abre el
camino. Ogún le entrega su secreto.
Bailando fuera se abre el camino. El Cielo viene a la Tierra. Para el beneficio de todas las personas. Asé.
ORÍKÌ ÒGÚN ONÍRÈ
(Alabando Espíritu del Hierro. Jefe de Onírè)
Ògún Onírè o. Ògún Onírè oni‘rè. Òkè n'al kìlénhin ìrè,
A– kó okolóko – gbéru-gbéru. Ògún Onírè pa sotúnun. Ó b'òtún je.
Ògún Onírè pa sosi. Ó bòsì je. Osin imolé, Onílé kangun– kangun òde Òrun,
Ògún Onírè onílé owó olónà olà, O lomi sile fèjè we. Ògún Onírè a–wón– lè yin–ojú.
Ègbé léhin omo òrukan, Ògún Onírè o. Ase.
Traducción:
Yo le aclamo Espíritu del Hierro, jefe de Onírè. Ogún Onírè, jefe de Onírè guardián de la buena fortuna. La gran
montaña que oculta detrás la buena fortuna,
Usted es quién ha asolado las granjas de otras personas. El Espíritu del Hierro, jefe de Onírè, asesinado en la
derecha. La derecha estaba totalmente destruida.
Ogún Onírè, jefe de Onírè, asesinado en la izquierda. La izquierda estaba totalmente destruida. Jefe de los
inmortales, dueño de muchas casas en el Reino de los Antepasados,
Ogún Onírè, jefe de Onírè que posee la tienda del oro y el camino a la riqueza. Tiene agua en casa pero prefiere
bañarse en sangre. El Espíritu del Hierro, jefe de Onírè cuyos globos oculares son terribles de mirar.
Él quién es el que les da apoyo a los huérfanos. Aclame al Espíritu del Hierro, jefe de Onírè. Asé.
ORÍKÌ ÒGÚN ÌKÒLÉ
(Alabando al Espíritu del Hierro de Ìkòlé)
Ògún Ìkòlé a je’gbin, Ògún Ìkòlé ni jo ti ma lana lati ode.
Ògún Ìkòlé oni’re onile kángun – kángun òde Òrun ègbé l’ehin,
Ògún Ìkòlé, Olumaki alase a júbà. Ase.
Traducción:
El Espíritu de Hierro de Ìkòlé come caracoles, Ogún Ìkòlé baila fuera para abrir el camino.
Ogún Ìkòlé, el dueño de la buena fortuna, dueño de muchas casas en el Reino de los Antepasados, ayude a aquéllos
que viajan.
El Espíritu del Hierro de Ìkòlé, Jefe de la Fuerza, dueño de la fuerza, yo lo saludo. Asé.
Tabú:
Aceite De Adin (aceite de almendras).
ejó, (culebra, serpiente).
adie (gallina).
Todos los animales hembras.
Puercoespín.
Silbatos.
Aceite de palma de palmera.
Atención:
Alimentar parado.
Hacerlo por la noche o temprano en la mañana.
ajá (perro).
Ijapá (tortuga).
igbín (babosa).
akuko (gallo).
oti (ginebra).
Emú (vino de palma).
ogbi abatá (nuez de colá).
orogbo (nuez amarga).
epo (manteca de corojo).
Gugurú (rocetas de maíz).
épá (maní).
Caracol.
esun isu(ñame tostado).
Ewá eyan (habichuelas que se cocinan secas).
Camote Pescado.
Obuko (macho cabrío).
Pichón.
Ojúbo (Altar)
El altar de Ogún es normalmente situado fuera y no dentro de la casa. La alineación de Ogún normalmente se hace poniendo algunos objetos en los metales usados para representar a Ogún. En la situación en donde no hay metal a usarse, el monte puede ser usado como capilla para Ogún y parte de los materiales de alimentación puestos en el suelo para que la Deidad los tome.
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