LA METAFÍSICA DEL ORÌ… DEDICADO A
QUIENES NO LE DAN LA IMPORTANCIA QUE TIENE LA DEIDAD MAS IMPORTANTE DEL PANTEÓN
YORUBA..!
El énfasis en la cabeza (Ori) que hace el arte de la escultura Yoruba
va más allá de su importancia biológica como el asiento del cerebro que
controla el cuerpo… Revela la naturaleza antropocéntrica de la cosmología
Yoruba que identifica al Ser Supremo Olodumare, como la cabeza de un panteón de
deidades Orìsà que actúan como los agentes de su poder, transmitiendo el àse de
Olodumare. Este Ser Supremo a veces se llama “Oba Orun” (el Rey del Cielo), u
“Olu Iwa” (el Rey de la Existencia).
La primacía de Olodumare se refleja en los refranes comúnes yorubas:
“Ori lo da ni, enikan o 'el d'Ori o” (Él Ori, es la Cabeza que nos creó; nadie
creó la Cabeza), y, “eni Ori, eni Eleda (la cabeza de uno es la creadora de
uno)… Entonces, ¡Olodumare es el Ori Único, el que se reparte entre todas las
cabezas, el que habíta en todas las cabezas..!
Cada Ori individual es una proyección de Olodumare en el ser humano.
El hombre no puede rendirse pleitesía ni cultos a sí mismo, él debe adorar a su
Ori fuera de su cuerpo físico… El culto a Olodumare es el culto individual a
Ori. Cuando saludamos a Ori con el rezo de la mañana, estamos saludando a
Olodumare. El fundamento de Ori, es la proyección externa de la presencia de
Olodumare que reside en nuestras cabezas.
Ori no tiene figura porque Olodumare no tiene figura. Ori no tiene
forma porque Olodumare no tiene forma. Ori posee todos los secretos porque
Olodumare posee todos los secretos. Nadie puede asegurar que conoce el
verdadero secreto de Ori porque Olodumare no revela sus secretos… Cada Ori
posee su propio secreto porque Olodumare se revela a cada cual con su propio
secreto. Decir que conocemos a Ori es decir que conocemos a Olodumare, y decir
que conocemos a Olodumare es mentir…
La cabeza (Ori) es a un individuo lo que Olodumare como fuente de
poder y creación es al cosmos. Él es el rey absoluto que crea y forja las
conciencias, el que reparte su aliento de vida por todos los mundos de Su
Creación… El ser humano no ve a Olodumare, no sabe cómo es El Supremo, y debe
imaginarlo en el interior de su cabeza y representarlo externamente como le
ordena su percepción, porque no posee caminos para llegar a Olodumare.
Para entender la importancia de estas metáforas yorubas, debe notarse
que los mitos yorubas sobre la creación, rastrean el origen del cuerpo humano
como una escultura arquetípica planeada y creada por el artista-deidad Obatala,
quien entonces activó la vida en los seres humanos por la respiración divina
(el emi) de Olodumare, el cual es localizado en la cabeza (Ori). Este proceso
creativo ocurre dentro del cuerpo de una mujer embarazada y toma
aproximadamente nueve meses para madurar.
Según el mito, cada individuo en espíritu, antes de nacer en el mundo
físico, debe proceder al taller de Ajala Mopin, el alfarero celestial y escoger
uno de varios de los Ori Inu que allí se le proponen. Allí el espíritu sin
cuerpo elige su destino para un nuevo cuerpo físico. Por eso cada cabeza
interna contiene el àse de Olodumare, así como el “Ipin” o destino respectivo…
Ori es la proyección y el mandato, la conexión y el vínculo, el sendero
previsto para nuestras vidas a la vez de portador de la esencia de Olodumare,
pero no es el mismo Olodumare…
Adorar a Ori es adorar a Olodumare. Por eso Ori es el Orisa más
importante de todos, por eso Él es el primero que debe ser consultado y sus
mandatos deben ser acatados por hombres y Orisas.
Cuando Ori ha hablado no puede escucharse la voz de ningun otro Orisa,
porque cuando él habla, lo hace Olodumare. La Religión Tradicional Yoruba se
centra en el culto a Orìsà debido a la creencia que ellos actúan en nombre de
Olodumare. Nosotros nos aproximamos a Orisa para aproximarnos a Olodumare.
Porque Olodumare, fuera de nuestros Oris, sólo está indirectamente envuelto en
la vida diaria de los hombres a través de sus Ori Apere Asiniwaye (la Cabeza
Venerada, el espíritu guardián de uno mismo en el mundo físico).
No podemos encontrar a Olodumare donde no esté, porque Él está en
todas partes, en toda su obra, pero Él no es su obra. Por eso hay que
encontrarlo con seguridad dentro de nosotros mismos en nuestros Oris, y debemos
proyectar su esencia hacia el exterior de nuestras cabezas, fundamentarle en un
espacio sagrado, límpio y puro en el cual podamos centrar nuestras plegarias, y
no adorarle en nuestras propias cabezas porque nuestras cabezas no son lugares
sagrados, ni limpios ni puros.
Ori vive en nuestras cabezas, pero su principal esencia debemos
acondicionarla fuera de ellas. Debemos aprender a adorar a Olodumare, debemos
aprender a adorar a Ori. Olodumare es el primero en todo, Ori es el primero en
todo. Olodumare es a quien más amo, Ori es a quien más amo… Ko s'òrìsà ti el i
da ni el i gbe lehin ori eni (ningún Orìsà puede ayudar a un individuo sin el
consentimiento de su Ori, de su propia cabeza).
Las ofrendas no se le ponen a Ori en la cabeza, se ponen en su
fundamento externo. La cabeza no puede andar cargada de ofrendas. Hay muchos
Oris, tantos como individuos. Cada Ori es un secreto porque en cada uno la
presencia de Olodumare es única. No hay dos Oris similares porque es voluntad
de Olodumare. Nadie puede decir “conozco a Ori”, porque el conocimiento de Ori
es el conocimiento de Olodumare, y el hombre no conoce a Olodumare…
El Ser Supremo no
está lejos de Aiyé (la Tierra), Él está en cada una de nuestras cabezas, Él
está más cerca de nosotros, que nosotros cerca de Él...
Súplica a Ori para un día lleno de bendiciones
y gracias
A kú ojúmó Iré
Ti a bá ji ni kùtù-kùtù òwúrò
Kí a gbá Orí mú
Nítorí Orí eni ni àwúre eni
Gracias a Olódùmarè, Dios, por otro día de gracia.
Hoy puedo ser bendecido con Iré
El momento en que uno está despierto temprano en la mañana
Debe ser celebrado y oro a Orí (cabeza)
Porque Orí, es el destino de Uno.
Ase
A kú ojúmó Iré
Ti a bá ji ni kùtù-kùtù òwúrò
Kí a gbá Orí mú
Nítorí Orí eni ni àwúre eni
Gracias a Olódùmarè, Dios, por otro día de gracia.
Hoy puedo ser bendecido con Iré
El momento en que uno está despierto temprano en la mañana
Debe ser celebrado y oro a Orí (cabeza)
Porque Orí, es el destino de Uno.
Ase
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